El cielo es el límite

Desde el principio de los tiempos, el hombre expresó su presencia simbólica sobre el territorio con la construcción de elementos verticales. Lo que hoy identificamos como menhir materializa la idea primigenia de relación entre el hombre y sus divinidades, en definitiva; de alcanzar el cielo.
En los relatos bíblicos se cuenta la empresa para construir una torre que llegase hasta Dios. Éste castigará a sus promotores, pecadores de soberbia, con la maldición de la diversidad de lenguas, suscitando desde ese momento la sensación bipolar de poder y temor hacia la osadía de la construcción en altura.
Teoricamente, hoy sabemos que no es un deseo imposible. Según afirma el profesor Ricardo Aroca; se puede hacer una torre infinita de cualquier material, siempre que entre sus plantas se establezca una ley de disminución en altura dependiente del material escogido.
Existe, por lo tanto, una solución científica al empeño de Babel, y la empresa, dejando de lado la maldición divina, siguió cobrando fuerza con el paso del tiempo, y continuaron levantándose torres, con formas y funciones cada vez más complejas y soberbias.
Ya en época romana, la edificación alcanzaba una dimensión que no tenía nada que envidiar a nuestras construcciones actuales. Basta con recordar que la media en altura de los edificios de viviendas en las ciudades del imperio era de bajo más tres o cuatro plantas.
Sin embargo, las torres alcanzarían una primera época de esplendor en la Edad Media. Sólo en la Ille-de-France podemos encontrar más de 1.200 torres góticas. Las agujas de los templos cristianos competían con las torres de homenaje de los castillos y con los minaretes musulmanes para alcanzar cuanto antes el cielo prometido.
Con el desarrollo estructural de materiales como el hierro, el acero o el hormigón armado, la construcción en altura obtuvo el empujón decisivo. Al tiempo que se planteaban nuevos problemas de densidad en las ciudades, buscando la solución inevitable en la apilación de espacios en altura, surgía la necesidad de nuevos elementos de telecomunicación, o simplemente simbólicos, como la torre de 300 metros de altura erguida desafiante en pleno centro histórico de París por el ingeniero Gustave Eiffel.
Durante el pasado siglo, las torres se fueron superando a si mismas. En la actualidad son las grandes compañías comerciales las que levantan sus menhires contemporáneos hacia el cielo, buscando destacar en el horizonte económico global, el moderno skyline sagrado. Con los atentados del 11-S, la imagen de los rascacielos de Nueva York destruidos dió la vuelta al mundo representando la caída no sólo de dos torres, si no de todo un imperioy hasta de un orden mundial supuestamente consolidado, dando origen a una nueva y confusa babel del siglo XXI.
[Este texto se elaboró originariamente como introducción de una unidad didáctica para alumnos de Educación Secundaria, en la asignatura de Tecnología]

Feliz 2007

Con el original alumbrado de Santa Fé (México) como excusa, quisiera felicitar las fiestas navideñas a los lectores de este blog, que me acompañaron durante el año que ahora termina.
A todos vosotros os deseo también un próspero año nuevo.

e-Governance 2006

Hace ya un tiempo publiqué en el blog un pequeño texto de Manuel Castells. He encontrado el vídeo de una conferencia suya dentro del ciclo e-Governance, una serie de conferencias que se celebraron en junio de este año en Barcelona, sobre la relación entre las instituciones y las organizaciones de interés público e internet y los nuevos medios de comunicación. Para acceder a este vídeo pulsad aquí.

CITUR


Bajo el título de O Espazo Litoral: Métodos e Argumentos para o desenvolvemento e a protección, se celebra en el Palacio de Congresos de Galicia en Santiago de Compostela el Primer Congreso Internacional de Territorio e Urbanismo en el que participarán, entre otros; Nuno Portas, Rinio Brutomesso, Jordi Borja, Joan Busquets, Antonio Serrano, Luciano Parejo y los gallegos Juan Luis Dalda, Anxel Viña, Daniel Pino o Roman Rodriguez. El objetivo fundamental será definir las principales estrategias en el proceso de humanización del litoral atlántico en un momento en el que aumentan las tensiones inmobiliarias sobre todo el territorio costero.

La dirección del congreso corre a cargo de Luciano G. Alfaya y Patricia Muñiz, responsables también de los Encontros Internacionais de Arquitectura que se celebran bianualmente en Santiago de Compostela, y culpables de mantener activas estas citas siempre interesantes y con un alto nivel de calidad tanto en los ponentes como en la organización. Más información e inscripciones en la página del congreso: www.citur.org


Asuntos en Serie III

En el prólogo a la novela de Bioy Casares "La Invención de Morel" (Una historia de amor ambientada en una isla y protagonizada por un hombre y una mujer que viven existencias incompatibles en espacios y tiempos rivales), comenta Jorge Luís Borges las dificultades de los autores contemporáneos para lograr historias de aventuras que interesen a sus lectores. Borges cita a Ortega y Gasset, quien en "La deshumanización del arte" afirma que "es muy difícil que hoy quepa inventar una aventura capaz de interesar a nuestra sensibilidad superior".

La serie Lost (Perdidos), también ambientada en una extraña isla, es la prueba de que, en un mundo cada vez más pequeño y explorado, aún es posible interesarse por la aventura. La originalidad de la propuesta no radica tanto en el qué contar, sino en el cómo y sobre todo en el cuándo. Los elementos misteriosos, que vamos descubriendo a pinceladas y en tiempos superpuestos, logran causar en el espectador el mismo interés por explorar lo desconocido que provocan en los protagonistas de la serie.

Posiblemente en el mundo que nos ha tocado vivir, los únicos lugares que permanecen aún desconocidos sean el espacio más lejano y el interior de la mente humana. Lost se basa en esta atracción bipolar; por una parte, se ambienta en un lugar lejano, desconectado totalmente del resto del mundo (recurriendo nuevamente al mito de la isla) y por otra muestra unos personajes complejos e interconectados cuyo interior vamos descubriendo capítulo tras capítulo.

En cuánto a la arquitectura, sucede que Lost es una serie -prácticamente- sin arquitectura. Aunque con pequeñas concesiones inevitables, se plantea la insercción de unos habitantes en un medio natural, hostil, contra el que se enfrentan con relativa facilidad hasta llegar a convertirlo en su nuevo hogar. Es en la segunda temporada de la serie dónde comienzan a aparecer algunas construcciones subterráneas, cuyo diseño tiene mucho que ver con los cúpulas geodésicas inventadas por R. Buckminster Fuller. Algunas de estas cúpulas estaban pensadas para albergar grandes hábitats artificiales, como el pabellón americano en la Exposición Universal de 1968 en Montreal, planteando una curiosa ironía... ¿un hábitat artificial dentro de otro mayor? En Lost permanecen muchas respuestas aún por descubrir y sólo queda confiar -como dijo Stephen King- "que la acaben a tiempo".

Circo



"Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación."

(Constitución Española, Artículo 47)


Convertir el sorteo de unas viviendas sociales en un espectáculo circense, con gran expectación popular y mediática, es sólo una prueba más de que algo no funciona como debería. La vivienda protegida se ha convertido en una suerte de lotería, y cómo tal, anhelada por muchos y disfrutada por unos pocos. Llevar ésto a la categoría de un reality-show con alegrías y llantos, felicitaciones e insultos, lo convierte en un denso telón de imágenes mediatizadas que oculta la dramática crisis real en el acceso a la vivienda y la concepción actual de la misma.

Decía Guy Debord que "el espectáculo es el mal sueño de la sociedad moderna encadenada, que no expresa en última instancia más que su deseo de dormir". Deseo de dormir en una vivienda útil y digna pero, sobre todo, accesible. Continua Debord: "El espectáculo vela ese sueño. La mercancía es la ilusión efectivamente real, y el espectáculo es su manifestación general. Cuando la masa de mercancías se aproxima a lo aberrante, lo aberrante en cuanto tal se convierte en una mercancía específica". ¿Por qué no realizar un nuevo sorteo con las listas de espera de la Seguridad Social? Sería líder de audiencia.

Apuntes de viaje


"Como todos los grandes viajeros, he visto más de lo que recuerdo y recuerdo más de lo que he visto."

La frase del viajero inglés del siglo XIX resume la experiencia del hombre que ha buscado la aventura más allá de lo cotidiano. Desde Aristóteles, la curiosidad es el impulso de la filosofía, un impulso de buscar "otro lugar". Al regreso, muchas cosas que sucedieron durante el viaje se habrán olvidado; y se recordarán otras que sucedieron tan sólo en nuestra mente: Lo que hace que el hecho de transitar de una parte a otra se convierta en viaje es precisamente la actitud mental que predispone al hombre que se desplaza al descubrimiento de lo insólito, de lo extraordinario, al encuentro de la aventura. Esta es la razón de que existan en el mundo muchos más transeúntes que viajeros.

¿Qué viaje se puede realizar o simplemente imaginar en este mundo tan trillado y descifrado de principios del siglo XXI? ¿Adónde irían hoy aquellos grandes viajeros de épocas pasadas cuando sus estrellas guías han sido sustituidas por satélites espías? La aventura no está ya en el descubrimiento. Y, sin embargo, para el hombre que sabe mirar, el mundo sigue siendo un descubrimiento. Se pueden descubrir tierras mil veces descubiertas. Y pide que tu camino hacia ellas sea largo, acompañado por Cavafis, "y rico en aventura y en experiencia" Porque, al regreso, te darás cuenta, como relata Manuel Vincent en su último libro, que "Viajar consiste en poner el alma en el camino para recordar después los sueños que hayas vivido si has conseguido encontrarla en algún bello lugar, muy lejos de tu propia vida."

Casas: un encuentro con lo cotidiano


Terminó este fin de semana en Coruña el Encuentro Científico "Casas", una reflexión sobre la vivienda unifamiliar en los inicios del siglo XXI y su relación con los modelos vernaculares. La experiencia reunió durante tres días a expertos de toda la península, entre los que cabe destacar a invitadas procedentes de Portugal, como Carolina Leite o María-Beatriz Rocha-Trindade, que llevan varios años estudiando el fenómeno de la creciente y desordenada construcción masiva de viviendas en el medio rural y los aspectos económicos, ambientales, legales, sociales y culturales que existen de fondo, relacionandolo, entre otros, con el importante fenómeno de la emigración y posterior retorno durante el siglo pasado. Asimismo, las lecturas transversales que hicieron desde sus respectivas disciplinas los antropólogos, sociólogos e historiadores como José Luís Alonso Ponga, Manuel García Docampo o Marcial Gondar Portasany resultaron, como suele ser habitual, de gran atractivo por la revisión de un hecho arquitectónico desde múltiples miradas ajenas y al mismo tiempo próximas. Como buen encuentro científico no se llegó a inútiles verdades absolutas, sino que el análisis, siempre empírico y objetivo de unos hechos palpables llevó, más que a posibles soluciones, al planteamiento de numerosas dudas y preguntas críticas -Por ejemplo, ¿Qué es realmente la arquitectura popular y cómo es esa arquitectura en nuestros días?- que futuras investigaciones y reflexiones como estas, nuevas propuestas y proyectos y el inevitable paso del tiempo se encargarán de responder.

8 ferrados

Ni alta tecnología británica, ni precisión alemana, Konstrunoroest no es la nueva filial de Arup, sino una modesta empresa con sede en Ponteareas que este fin de semana aparecía en varios periódicos por batir un curioso record; hormigonar, en un plazo de 24 horas, una gran losa de cimentación de 4000 metros cuadrados de superficie y 1,20 de espesor. Estos 8 ferrados conquistados por la heroicidad obrera están ubicados en el centro de Porriño, a 15 metros de profundidad, entre la calle Ramiranes y la estación de ferrocarril. Sobre ellos surgirán en breve (si persisten estos unusuales tiempos de ejecución) las lujosas viviendas de la promotora "Apartamentos Paseo Marítimo", a un minuto del centro porriñense. 8 ferrados que dejan de ser verdes para convertirse en grises, el color de la ceniza. Pero el ferrado es una unidad de medida relativa, varía según la zona dónde nos encontremos. Por eso es tan difícil entenderse cuándo se habla de cifras en este país: 400 toneladas de hierro y 4.200 metros cúbicos de hormigón bastan para llenar una losa en un día, pero pueden ser una simple partida en otra obra que año tras año demande más material, aunque su destino siga incierto. Una verdad entre tanta incertidumbre: su presupuesto de este año iguala al destinado a las tres universidades gallegas. Será el peso de la cultura.

Su mensaje es el silencio


Manuel Castells es catedrático de Sociología y Urbanismo en la Universidad de California, además de un autor de referencia en el estudio de la "sociedad de la información", como él la ha nombrado. En 1996 publicó el libro "El surgimiento de la sociedad de redes", reflexionando en el capítulo 6 sobre el espacio de los flujos, de dónde se extrae este texto, una interesante reflexión sobre la arquitectura que nos rodea.

"...Si el espacio de los flujos es verdaderamente la forma espacial dominante de la sociedad red, la arquitectura y el diseño es probable que redefinan su forma, función, proceso y valor en los años venideros. En efecto, sostendría que, durante toda la historia, la arquitectura ha sido «el acto fallido» de la sociedad, la expresión mediatizada de las tendencias más profundas de la sociedad, de aquellas que no pueden declararse francamente, pero que son lo bastante fuertes como para ser vaciadas en piedra, en cemento, en acero, en cristal y en la percepción visual de los seres humanos que van a habitar, negociar o rezar en esas formas. [...]

Mi hipótesis es que la llegada del espacio de los flujos está opacando la relación significativa entre la arquitectura y la sociedad. Puesto que la manifestación espacial de los intereses dominantes se efectúa por todo el mundo y en todas las culturas, el desarraigo de la experiencia, la historia y la cultura específica como trasfondo del significado está llevando a la generalización de una arquitectura ahistórica y acultural.
[...]

Cuanto más tratan las sociedades de recuperar su identidad más allá de la lógica global del poder incontrolado de los flujos, más necesitan una arquitectura que exponga su propia realidad, sin falsificar la belleza desde un repertorio espacial transhistórico. Pero, al mismo tiempo, la arquitectura demasiado significativa, que trata de presentar un mensaje muy definido o expresar de forma directa los códigos de una cultura determinada, es una forma demasiado primitiva para ser capaz de penetrar en nuestro saturado imaginario cultural. El significado de sus mensajes se perderá en la cultura de «picoteo» que caracteriza nuestra conducta simbólica. Por eso, paradójicamente, la arquitectura que parece más cargada de significado en las sociedades conformadas por la lógica del espacio de los flujos es la que denomino «la arquitectura de la desnudez». Es decir, aquella cuyas formas son tan neutras, tan puras, tan diáfanas, que no pretenden decir nada. Y al no decir nada, confrontan la experiencia con la soledad del espacio de los flujos. Su mensaje es el silencio."
MANUEL CASTELLS, 1996

Coda


Utilizamos el calificativo de rapsódico para designar el fluir continuo de la ideación musical tomándolo de la palabra griega partein, que significa unir cosiendo. La rapsodia era el canto de los recitadores de los poemas épicos en la edad homérica, que tejían un discurso fragmentario e inconexo cuyo significado debe más a la disposición conjunta de imágenes e ideas que a la construcción explícita y sistemática de una argumentación.

El término fue recuperado en los albores del siglo XIX y referido a composiciones instrumentales sin forma predefinida, lo que le aproximó a la fantasía, si bien las rapsodias decimonónicas se orientaron más a la descripción de tintes nacionales, por lo que es frecuente que se basen en la alternancia de motivos procedentes de la música popular o folclórica.

Una manera de disponer los materiales de la obra musical consiste en el engarce de sucesivas ideas musicales, de sucesivos pasajes que hacen del discurso sonoro una progresión permanente y continuamente renovada, sin necesidad de repeticiones, transformaciones o desarrollos modulares, sólo mediante la constante renovación de los elementos que lo integran. Una evocación física de esto sería la conformación de los muros de la vivienda experimental en Muuratsalo de Alvar Aalto. Esta invención parece lógico que se exprese en obras de duración relativamente corta. No obstante, algunos compositores han logrado éxito con obras elaboradas según ese principio, especialmente a partir del siglo XIX y hasta la actualidad.

No es la disposición rapsódica, yuxtapuesta, de las ideas la que determina la extensión de la obra, pero sí la que le confiere un aspecto formal característico: lo que se da en llamar formas libres no suele ser, precisamente en razón de su libertad, sino un tipo singular de forma caracterizado por la secuenciación y diferenciación de sus elementos. Además, por muy libre que sea una obra, siempre será preciso que tenga algún sentido como forma, que haya en ella un plan constructivo, un orden subyacente, por más que éste pueda ser radicalmente distinto de los que otras presenten. Teniendo esto en cuenta, nada tiene de extraño que algunos músicos (y arquitectos) hayan proclamado la necesidad de liberarse de la dependencia de esquemas formales tradicionales o preestablecidos, pues, en el fondo, es la solidez irrepetible de la estructura y no el molde aparente de la forma, lo que dota de coherencia a la obra.

Asuntos en Serie II



"¿Hasta dónde conocemos a nuestros vecinos?" Se preguntaba Susan Mayer en un capítulo de Mujeres Desesperadas, otra de las series de éxito de los últimos años. Los vecinos de los que hablaba son los habitantes de Wysteria Lane, una urbanización residencial estadounidense que podría pertenecer a la periferia de cualquier ciudad de norteamérica. El barrio, aunque ficticio, es un ejemplo perfecto del new urbanism que inunda el territorio generando sucedáneos de ciudad europea compacta, y caracteriza el american way of life visto en películas tan emblemáticas como American Beauty o el Show de Truman. Aunque este planeamiento urbano estandarizado y banalizado ya ha sufrido duras críticas desde su lugar de nacimiento, y ha decaído la fuerte demanda inicial que tuvo, siguen apareciendo urbanizaciones similares por todo el mundo. "Soy Bree Van de Kamp... ¿Dónde está mi marido? -Búsquenlo en Sotogrande." Ironizaba el incombustible Fabio Macnamara poniendo en boca de otra de las protagonistas de la serie la posible ubicación del cónyuge en un pueblo de la costa gaditana planificado por varias empresas privadas desde 1962. La urbanización globalizada se ha multiplicado exponencialmente por toda la costa española desde entonces. Entre los próximos 5 y 10 años está previsto que se construyan en los ayuntamientos costeros de Galicia 600.000 nuevas viviendas, un 75% más de las existentes en la actualidad. La mayor parte de las cuales estarán ubicadas en 45 grandes urbanizaciones. Cuando junto a ésto leemos que Galicia posee el sistema ferroviario más obsoleto de España y conocemos las capacidades de la red viaria en horas punta, es fácil deducir como podemos acabar todos desesperados y desesperadas.

Requiem por Plutón

PLUTÓN Y SU LUNA CARONTE DESDE EL TELESCOPIO HUBBLE


Plutón está muerto.
La misma semana que los satélites de la NASA fotografiaban los incendios forestales que aparecían en Galicia, señalándolos con grandes puntos brillantes, otro punto desaparecía del universo. Nombrado a partir de un dios del inframundo de la mitología romana, el hasta ahora último planeta del sistema solar ha dejado de serlo, y todo por una indefinición en la clasificación de estos cuerpos celestes. Resulta irónico que cuando más se está hablando de globalización, aún desconocazmos que es un planeta. Los 4.400 millones de kilómetros que nos separaban del vecino más lejano era una distancia inmensa, pero había ocupado una posición de límite, acotando el espacio más próximo que asimilamos desde niños. El día que perdimos a Plutón ese espacio se volvió más abierto, más desconocido. "
Plutón está muerto" exclamó Michael Brown, astrónomo del California Institute of Technology, en los titulares del viernes 25 de Agosto. El mismo día que Bob Dylan afirmaba, unas líneas más abajo, que la música llevaba muerta varias décadas.

Wolfzeit



"Vivimos en un mundo crepuscular, pero tan brillante y poético que llega a confundirse con una nueva aurora. Sin embargo, la aceleración de las comunicaciones, las múltiples conexiones en red, la circulación incesante de personas, de mercancías y de información escapan a todo control."

PAUL VIRILIO, Amanecer Crepuscular

Existe en la mitología nórdica y centroeuropea un concepto que recibe el nombre de "
El tiempo del lobo". Es un período que tiene lugar al final de la historia, durante el cual se trastocan las valores que caracterizan al ser humano y caen las más altas torres del conocimiento. El caos se apodera de todo. También recibe ese nombre el momento entre la noche y la aurora, cuando el sueño es más profundo, y cuando los peores temores acosan a los insomnes.
Existen varias obras artísticas inspiradas en ese período, por ejemplo las películas "Le temps du loup" de Michael Haneke, o "La hora del lobo" de Ingmar Bergman son sólo dos ejemplos en las que el hombre, bien como colectivo o como ser individual, se enfrenta a una incipiente catástrofe al tiempo que se derrumba a su alrededor un mundo que antes parecía totalmente controlable.
Desconozco si nos encontramos en una moderna edad de lobos, aunque los avances cada vez más vertiginosos tanto de la ciencia como de la tecnología nos llevan hacia un punto en el que "
la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el porvenir, lo alto y lo bajo, cesan de ser percibidos como contradicciones", como escribía André Bretón en el Segundo Manifiesto del Suerrealismo. Si nociones tan básicas como "progreso" son superadas, es difícil hablar de futuro. Incluso cabe dudar de un presente que se reduce a ver pasar imágenes frenéticas dónde se suceden a velocidades indeterminadas conceptos, estilos, tendencias... que reducen lo que conocemos como historia a simples noticias obsoletas.
Si, como afirma Bruno Latour, la única verdad es "
lo que circula", los cimientos del conocimiento tradicional empiezan a tambalearse. Como sujetos, los modos de ser y estar en el mundo se están distanciando, cada vez más, de las modalidades típicamente modernas de ser y estar en el mundo. La cultura, el arte, la comunicación, incluso las cosas más materiales como nuestro dinero se encuentran en un emplazamiento virtual, inestable, en constante movimiento. Nuestras propias fotos, nuestra música, libros y diarios tienden a ser un conjunto de electrones sin ningún emplazamiento físico.
La razón mas obvia para que un lobo aúlle es para mantenerse en contacto; es difícil pensar en alguna manera mejor de comunicación entre los miembros de la manada cuando se está en un área forestal muy densa. Este espacio virtual recibe su nombre de una reflexión en una época con una densa ausencia de límites.





La traición de los museos


Como sucede en los cuadros de Magritte, la contradicción impera en el panorama actual de los museos. Nos encontramos con dos hechos aparentemente opuestos, especialmente en los museos de arte contemporáneo: es una institución inmersa en una gran crisis y sin embargo nunca en la historia había despertado tantas expectativas.
En realidad, un museo de arte contemporáneo es, desde su planteamiento inicial, una contradicción: Por una parte, la palabra museo nos remite a un lugar dónde se almacenan objetos para ser examinados, conservados, en cierta manera, congelados en el tiempo. Por otra, el arte contemporáneo reclama convertirse cada vez más en algo más conceptual, público, y muchas veces efímero, llegando incluso algunos autores a confirmar el fin del arte.
Los avances tecnológicos actuales permiten el acceso desde prácticamente cualquier lugar del mundo a un inmenso museo virtual que contiene todo el arte de la historia, generando un nuevo tipo de museo virtual, una estructura intangible dónde los creadores contemporáneos edifican sus parcelas y dónde cualquier individuo puede convertirse en autor, como reclamaban muchos artistas. La posibilidad de un fácil y libre acceso a esa información y de generar nuevas formas artísticas digitales justifican la presencia cada vez más importante de las mediatecas en el panorama museístico contemporáneo.
El museo actual ha querido buscar otros caminos alternativos, complementarios al espacio expositivo, por citar algunos: ciclos de actividades periódicas como conferencias, cine, música, talleres didácticos y de creación, zona de consulta de libros, revistas e internet, tiendas y cafeterías, etc. y además seguirá siendo el lugar dónde cada persona pueda tener un encuentro directo, vivo, con la obra de arte. Debería ser un lugar acogedor, dónde lo más importante sea lo expuesto en su interior y no el propio museo, y que su presencia en una ciudad sea la de un organismo vivo que se abra a la gran diversidad de manifestaciones artísticas contemporáneas y al barrio que lo acoja, desdibujando las fronteras entre lo privado y lo público, entre la obra de arte y la cultura de lo cotidiano.

Asuntos en Serie I


La caja tonta ya no lo es tanto. En los últimos años, acompañando la aparición de avances tecnológicos como el dvd, la televisión por cable, o la digital terrestre, han surgido desde el otro lado del Atlántico varias series de una altísima calidad y que, por primera vez en la historia del medio, se han visto correspondidas con buenos niveles de audiencia. Mientras que el cine manifiesta una terrible carencia de público y de imaginación, la televisión vive su edad de oro, hasta el punto de que los actores y directores más importantes del panorama internacional desean ver su nombre en los créditos, aunque sólo sea por uno o dos capítulos. Comienza aquí un conjunto de pequeños artículos dedicados a temas relacionados con las nuevas series de culto.
Uno de los protagonistas de la serie House, sin tanto carisma como el doctor, pero que posiblemente le gane en minutos de pantalla es el Princeton Plainsboro Teaching Hospital. Esta institución es totalmente ficticia, creada expresamente para la serie, aunque con pequeños matices: realidad y ficción se entrecruzan para disfrute del espectador curioso: El edificio que vemos en la serie también es una escuela universitaria. Se trata de un edificio proyectado en 1908 por el arquitecto Henry Hardenbergh para albergar los laboratorios de física del nuevo campus de Princeton (New Jersey) originariamente en forma de H siguiendo los trazados académicos y en un lenguaje neogótico de piedra y ladrillo como otros muchos edificios universitarios de la época.
En el año 2000, el arquitecto Robert Venturi, posiblemente más famoso internacionalmente por sus teorías sobre arquitectura que por sus obras, diseñó la ampliación del edificio, cerrando los extremos de la H con dos nuevas construcciones: un pórtico y un nuevo frente edificado que es la zona que más se puede observar en la serie. El autor de Complejidad y Contradicción en la Arquitectura buscó relacionarse con el edificio existente a través su material y lenguaje: empleando el mismo tipo de ladrillo en las fachadas y hormigón pulido en el zócalo del edificio, manteniendo las líneas fundamentales de composición del edificio de 1908 y ocultando bajo el terreno los espacios del programa que podían tener una presencia más rotunda, como un auditorio. El edificio se destina desde el año 2000 a un centro de usos múltiples dentro del campus y los espacios interiores que vemos en la serie no se corresponden con los reales, aunque muchos de ellos han sido inspirados por el edificio de Venturi, como la cafetería o los despachos del doctor Wilson y el doctor House.

Ficciones Urbanas

En un viaje realizado por Europa en 2003, la artista china Xing Danwen observó los efectos que la globalización está produciendo en las ciudades, generando unos paisajes urbanos sin carácter ni identidad. En su última obra, un proyecto en desarrollo desde el año 2004 titulado Urban Fiction, la artista realizó fotografías de las maquetas que los promotores inmobiliarios utilizan para mostrar sus proyectos en China, habitados por personajes solitarios perdidos entre la inmensidad de construcciones, enfrentando sus vidas intensas y reales a la monotonía y frialdad de una ciudad genérica. Son espacios que ya están colonizando también nuestras ciudades, dónde se ignora el carácter propio del lugar, dónde los habitantes viven ausentes y ensimismados, ocultándose del vecino con un muro ciego o en una colmena interminable. ¿Son estos los espacios que nos depara el futuro? ¿Qué queda si se elimina la identidad? ¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad poseen nuestras ciudades?

Vibraciones




"Yo creo que todo está inmerso en un proceso, todo se mueve, a mayor o menor velocidad, y todo está teñido de intencionalidad. Es lo que ocurre cuando hablamos de sistemas integrales como el conjunto de una sociedad o el desarrollo de un buscador internacional en Internet, pero esto también es aplicable a aspectos personales como, por ejemplo, la forma en que percibimos un espacio concreto, en el aquí y el ahora, o a como nos relacionaremos con otra persona mañana. Todas esas relaciones están en evolución; están todas ellas en movimiento -no están, simplemente, inmersas en su propio tiempo; más bien, son de su tiempo."

OLAFUR ELIASSON


El artista Olafur Eliasson (Copenhage, 1967) expone sus obras en la exposición Caminos de Naturaleza, organizada en el marco de PHotoEspaña 2006 del 1 de junio al 27 de agosto en la Fundación Telefónica (Madrid).

Más información en:
www.olafureliasson.net y www.fundacion.telefonica.com