Ventana sobre la utopía


Desde la sociedad perfecta descrita por Tomás Moro, muchos autores han intentado imaginar o, por lo menos, aproximar sus ideas a lo óptimo, lo ideal, lo perfecto... lo que en último término se topa con la dura barrera de lo imposible e innecesario.

Hace poco escuché un cuento de Eduardo Galeano sobre la utopía. Ahora lo transcribo aquí, porque me parece una respuesta muy evocadora a la pregunta evidente: ¿Para qúe sirve entonces la utopía?:

"Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar."
EDUARDO GALEANO "Ventana sobre la utopía"

Copiar y pegar

"Nuestros cuerpos adquieren forma a través de la transcripción de secuencias de proteínas; nuestros lenguajes, a través de la música de sonidos privilegiados; nuestras marcas, a través de la repetición de prototipos. Las culturas se basan en la transmisión fiel de rituales y de patrones de conducta. Copiar, célula a célula, palabra a palabra, imagen a imagen, es hacer nuestro el mundo conocido.
De hecho, copiar se ha convertido en algo natural en nuestra vida cotidiana: copiamos programas de ordenador, discos, películas, hacemos fotocopias, escaneamos imágenes, etc. hasta el punto de que la copia y el recurso a la cita (textual o gráfica) se han transformado en un método de trabajo habitual entre los creadores, considerándose como uno de los rasgos más característicos de la sociedad posmoderna. Hoy lo falso, la cita, la apropiación, la referencia, el plagio han traspasado la frontera de lo ilegal para reivindicar una categoría artística propia."

[ Copiado y pegado del ensayo de la historiadora Ascensión Hernández Martínez La clonación arquitectónica. ]