Drive-in Church

Drive-In Church, Garden Grove, California (Flickr)


La semana pasada estuve en Ourense en el II Congreso Internacional de Arquitectura Religiosa Contemporánea que, en esta edición, llevaba por título Entre el concepto y la identidad. Allí he presentado la comunicación Las capillas de las Universidades Laborales como recuperación de la modernidad en la arquitectura española del siglo XX. Sin embargo, dejaré para otra ocasión comentar ese estudio. Ahora, cuando aún está muy vivo el recuerdo del encuentro orensano, prefiero comentar lo que otros jóvenes investigadores aportaron, especialmente la visión de Brett Tippey, arquitecto de Muncie (Indiana) que actualmente realiza el doctorado en la Universidad de Navarra sobre la influencia de Richard Neutra en la arquitectura española de los años cincuenta y sesenta.

Brett presentó algunos de los proyectos de edificios religiosos de Neutra y uno de ellos me llamó especialmente la atención: Se trataba de una iglesia proyectada en 1961 para la comunidad de Garden Grove (California) que combinaba la idea
drive-in con la de un templo convencional. El arquitecto resolvió el problema colocando el púlpito en una esquina del santuario, y mediante unos grandes paños de vidrio se conectaba con un gran anfiteatro al aire libre con capacidad para estacionar 600 vehículos. Brett me comentaba que lo realmente valioso de ese proyecto eran las respuestas que Neutra daba a sus propias preguntas para conciliar el templo con lo más moderno de su época.

No quiero olvidarme de otros investigadores que han presentado interesantes estudios, entre ellos Zorán Vukoszávlyev, que habló de la arquitectura religiosa que se ha construido en Hungría en las últimas décadas; Barbara Fiorini, que nos contó la relación entre algunas villas termales italianas y las iglesias que se proyectaban en ellas y Carla Zito; que recordó la importancia de la construcción de un notable número de iglesias en la periferia de Turín entre los años 1965 y 1977. Y tampoco me olvido de Isabel y Cristina que, aunque no presentaron comunicación, han compartido numerosas reflexiones y excursiones arquitectónicas durante estos días.

Brett me comentaba como al final de su vida, Neutra llegaba a cuestionarse las respuestas que había dado en proyectos como la
Drive-In Church, cuando veía que California se había convertido en ese conjunto de grandes metropolis dónde la gente ya no caminaba por las calles. Y en Ourense, una ciudad que todavía se vive a pie, me ha recordado el comienzo de la película Crash, cuando uno de los protagonistas, hablando de Los Ángeles, dice "En cualquier ciudad de verdad uno camina, uno se cruza con la gente, la gente se choca contigo. En Los Angeles nadie se toca. Siempre detrás de cristal y metal.".




La frontera perfecta

Fragmento del muro de Berlín en Nueva York. (Flickr)


La noche entre el 9 y el 10 de noviembre de 1989, la ciudad de Berlín ganó un nuevo barrio. Un barrio situado en el corazón de la ciudad pero diferente a cualquier otro: sin calles, sin edificios, sin árboles... Desde esa noche el barrio se ha ido transformando intentando alejarse de su condición inicial de límite, de frontera.

Karl Schlögel, en su ensayo sobre historia de la civilización y geopolítica cuyo título
En el espacio leemos el tiempo me ha fascinado desde la primera vez que lo ví, describe el muro de Berlín como "la perfecta ejecución de una frontera perfecta" y explica: "Transgedirla, aun cuando se intentaba en mitad de una ciudad, era mortífero; se disparaba como a un conejo en campo abierto o a un fugitivo en campo de concentración. El muro discurría bajo tierra atravesando por medio túneles de metro, conducciones y alcantarillas, por tierra atravesando calles, edificios y cementerios, sobre la tierra atravesando un cielo en el que también había pasillos."

Esta semana, cuando se han conmemorado los veinte años de la caída del muro, he leído en la prensa que varios fragmentos fueron regalados o vendidos, y hoy se pueden encontrar dispersos por toda la geografía mundial. Irónico epitafio para aquella frontera perefecta.




Le Corbusier vuelve a la Escuela


A finales de la década de los noventa, alumnos y profesores de la E.T.S. de Arquitectura de Coruña prepararon una gran exposición sobre la arquitectura de Le Corbusier. Promovida por la Fundación Pedro Barrié de la Maza, "Le Corbusier. Viaje al mundo de un creador a través de 25 arquitecturas" recorrió Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Palma de Mallorca, Sevilla, Granada y Amsterdam, entre otras ciudades. Después de finalizar ese largo viaje, las maquetas fueron restauradas y ahora, rebautizada como "Le Corbusier. 25+1 Maquetas para el conocimiento de una arquitectura", regresa al lugar de dónde partió como donación de la Fundación para su exposición permanente. Le Corbusier vuelve a la Escuela. Para seguir aprendiendo.