Modelos de Ulm


Imagen: Taburete Ulmer Hocker (1954) y Jarra RZ-2 (1967)



Hoy he visitado la exposición Modelos de Ulm 1953-1968. El diseño de la nueva Alemania en la sala de exposiciones del conjunto histórico de Sargadelos (Cervo, Lugo). La muestra se planteó como conmemoración de los cincuenta años de la fundación de la Escuela de Diseño de Ulm (Hochschule für Gestaltung / Hfg Ulm), una institución dedicada a la enseñanza, la investigación y el desarrollo en todas las escalas del diseño: desde el diseño de la información a la arquitectura. Esta escuela tendría ilsutres profesores como Otl Aicher, Tomás Maldonado o Max Bill, y heredaría de una manera tan directa como crítica muchos de los principios académicos de la Bauhaus.

Resulta simbólico disfrutar de esta exposición en un marco tan significativo como es la antigua fábrica de Sargadelos, en el lugar dónde durante el siglo XIX se produjo uno de los momentos más importantes en la historia del diseño industrial en Galicia: El espíritu ilustrado de Antonio Raimundo Ibáñez logró, con su empresa de loza, satisfacer una necesidad de mercado vinculándola a los recursos propios de la zona. Contará con la primera siderurgia integral de la península y se convertirá en la primera manufactura cerámica que introdujo en España sistemas mecánicos de producción. 

En el año 1968, y como parte de un amplio proyecto iniciado en el exilio de la mano de Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane López, se restaura la actividad industrial en Sargadelos. Ese proyecto incorporaría investigación, creación, debate, divulgación... desde el diseño editorial hasta la arquitectura de los nuevos centros de producción. Al igual que los modelos de Ulm en Alemania, el modelo de Sargadelos serviría para conducir a Galicia hacia la modernidad de la manera que defendía su primer impulsor Raimundo Ibáñez: «La población es la que constituye la riqueza y la fuerza de los Estados. No puede sostener el progresar sino por medio de la industria, fábricas, comercio y navegación, cuyos ramos son el poderoso agente de la industria, que es la primera, la más esencial e indispensable de las artes».