Dónde

 

A lo largo de esta semana han coincidido la finalización del curso de Introducción a la Arquitectura, el inicio de una etapa de trabajo de investigación —que me alejará de aquí unas semanas— y una nueva participación en el Master de Arquitectura del Paisaje de la Fundación Juana de Vega, dentro de la asignatura Paisaje Cultural.

Unos meses antes, preparando la página de esa asignatura opté, en esta edición, por presentarla con una fotografía de Robert Adams, perteneciente a la serie «Escuchando al río», con la sorpresa de encontrarme, poco antes del comienzo de las clases, con la inauguración de la exposición del mismo autor en el Museo Reina Sofía, titulada convenientemente El lugar donde vivimos.

A través de su mirada sobre los lugares vividos del oeste americano, nos descubre auténticos paisajes culturales de nuestro tiempo, dónde el ambiente cotidiano —el supermercado, el quiosco, la gasolinera...— convive con duras transformaciones sobre la naturaleza y el territorio. Paisajes analizados de modo magistral por el filósofo —contemporáneo  de Adams— Edward S. Casey:

Aunque retiremos añadidos culturales o lingüísticos, nunca encontraremos, debajo, un lugar puro y aún menos un Espacio o Tiempo puro. Lo que encontraremos son calificaciones continuas y cambiantes sobre los lugares particulares: lugares calificados por sus propios contenidos y calificados por las distintas maneras en que estos contenidos son articulados (indicados, descritos, discutidos, narrados, etc...) en una cultura determinada.

Descifrar y analizar la huella de esa cultura en nuestros paisajes autóctonos, sobre todo en aquellos que se han convertido en lugares de oportunidad, como sucede con los paisajes industriales en desuso, se convierte en una actividad atractiva y necesaria para hacer de esos paisajes patrimonio y proyectarlos hacia el futuro. Así lo hace Adams con su cámara y así lo hacen otras interesantes miradas próximas sobre nuestro territorio, desvelando con maestría su identidad y su memoria.

El catálogo de la exposición lleva el sugerente título de ¿En qué creer y dónde?. Siguiendo la clave proporcionada por el poeta Theodore Roethke: «Veo lo que creo», Adams se pregunta: «¿Qué es lo que nuestra geografía nos lleva a creer? ¿En qué nos permite creer?» y, sobre todo, «¿Qué obligaciones, si las hay, se derivan de nuestras creencias?». Para responderlas se hace necesario, como punto de partida, descubrir y recorrer ese «dónde». 

Imagen: Robert Adams, Pikes Peak, Colorado Springs, Colorado (1969)